Mujeres Caminando por la Verdad, ganadoras del Premio Nacional a la Defensa de Derechos Humanos Colo
Hoy, Día Nacional de los Derechos Humanos, en la ceremonia realizada en horas de la mañana en el Centro de Memoria, Paz y Reconciliación...
A partir de los operativos militares de 2002 (leer más), se hizo común la práctica de la desaparición forzada y el enterramiento clandestino en diferentes lugares de la ciudad, particularmente en el sitio conocido como la escombrera: un botadero de desechos y escombros conocido como la fosa común donde grupos paramilitares inhumaron centenares de cuerpos, según denuncias de organizaciones de víctimas.
Desde hace 13 años, organizaciones de víctimas y grupos defensores de derechos humanos luchan por la reparación integral, la memoria y el esclarecimiento histórico de los crímenes de desaparición forzada perpetuados en la Comuna 13 para garantizar la no repetición. El pasado 5 de agosto de 2015, gracias a la lucha de estas organizaciones, la Fiscalía General de la Nación, dio inicio al proceso de búsqueda de desaparecidos en el sector de La Arenera, en La Escombrera.
Allí se logró instalar un campamento permanente donde las Mujeres Caminando por la Verdad hacen veeduría al proceso de búsqueda de las víctimas de desaparición forzada. A este proceso se suman los componentes de atención psicosocial a las mujeres, que coordina la Unidad Municipal de Atención a Víctimas con acompañamiento de un equipo independiente de sicólogos -, y el de memoria, liderado por el Museo Casa de la Memoria y organizaciones sociales agrupadas en el Comité de Impulso de Acciones de Memoria para la Comuna 13.
Hoy los familiares de desaparecidos exigen que no cese la búsqueda de sus seres queridos y que se detenga la actividad en La Escombrera contigua, perteneciente a la empresa Bioparques S.A.S, donde pese al drama que viven las víctimas, los testimonios de éstas y victimarios recalcan que sí hay cuerpos bajo los escombros. Allí se continúan cubriendo de desechos las montañas que por años han encubierto, no solo los asesinos y torturadores de los pobladores de la 13, sino las estructuras que han patrocinado el silencio y la indiferencia.