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Este accionar estatal provocó una grave vulneración de derechos humanos, ya que la población civil quedó en medio de la confrontación armada y fue sometida a empadronamiento, confinamiento, desplazamiento forzado, homicidios, desapariciones forzadas, ejecuciones extrajudiciales, estigmatizaciones, entre muchas más violaciones de derechos humanos. 

Durante los operativos, la resistencia civil de la comunidad se manifestó por medio de marchas y plantones públicos para exigir el respeto a la vida. 13 años después diversas organizaciones sociales, de víctimas y de derechos humanos siguen reclamando el esclarecimiento de los hechos sucedidos: exigen verdad, justicia, reparación y garantías de no repetición.

La madrugada del 16 de octubre de 2002, cerca de mil uniformados pertenecientes a la fuerza pública, Das y funcionarios judiciales arribaron a la Comuna 13 a bordo de camiones y tanques blindados para desarrollar la Operación Orión, la más grande intervención militar conocida en una zona urbana de Colombia. Este operativo hizo parte de un ciclo de aproximadamente 20 acciones militares realizadas por el Estado en este territorio en menos de un año (2002)

La operación Orión fue ordenada por el entonces presidente Álvaro Uribe Vélez y dirigida por el ex comandante de la IV Brigada Mario Montoya Uribe (R) y el ex comandante de la Policía Metropolitana del Valle del Aburra, Leonardo Gallego Castrillón (R), y fue apoyada por el entonces Alcalde de Medellín Luis Pérez Gutiérrez, con el propósito de apoyar a fiscales en hacer efectivas varias órdenes de captura.   

 

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