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Experiencia

Pretendemos consolidarnos como una organización de mujeres víctimas del conflicto social y armado de la Comuna 13, con incidencia en el panorama de la ciudad de Medellín, que además de fortalecer procesos de formación y de defensa de derechos humanos, promueve la creación de sujetos políticos capaces de exigir justicia, reparación integral, esclarecimiento de la verdad y garantías de no repetición desde un enfoque integral que contribuya a la solución política del conflicto social y armado que padece Colombia.

Organizaciones acompañantes

El grupo de Mujeres Caminando por la Verdad es una organización conformada por las madres, esposas, hijas y hermanas de personas asesinadas o desaparecidas en la Comuna 13 de  la ciudad de Medellín en Colombia, en el marco de operativos militares realizados en los años 2002 y 2003 por la Fuerza Pública en conjunto con integrantes del bloque paramilitar Cacique Nutibara. Muchas de ellas han sido también víctimas de tortura, violencia sexual, amenazas, despojo de viviendas y desplazamiento forzado, entre otras modalidades de agresión y, a pesar de las denuncias, sus casos continúan en la impunidad.

 

Recientemente, el mundo reconoció su lucha por hacer posible el proceso de búsqueda de personas desaparecidas, quienes se presume se encuentran inhumadas clandestinamente en La Arenera, sector de La Escombrera, un depósito de desechos de construcción en la comuna.

 

Son 13 años de lucha y resistencia de la organización en busca de su dignificación como víctimas y del reconocimiento de sus derechos a la verdad, a la justicia, a la reparación integral y a la no repetición.

 

En el año 2001 el grupo se manifestó por primera vez en un evento convocado en el Liceo de las Independencias (Comuna 13) donde asistieron diversas embajadas y la Oficina del Alto Comisionado para los derechos humanos en Colombia de las Naciones Unidas, exigiendo la no militarización del territorio. Luego realizaron un plantón en la plaza La Alpujarra, al frente del centro administrativo de Medellín. Nadie las escuchó. Un año después, en el marco de las 12 operaciones militares llevadas a cabo en la Comuna, salieron con pañuelos blancos para protestar de manera pacífica frente a las balas que la Fuerza Pública disparaba hacia sus casas.

 

A partir de este momento, iniciaron la realización de encuentros de apoyo psicosocial en compañía de algunas organizaciones y profesionales voluntarios. Igualmente denunciaron los múltiples crímenes cometidos contra la población a través de actos simbólicos de memoria, plantones, vigilias, entre otros y se dirigieron a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos para ser escuchadas.

 

En el año 2006 convocaron a la primera movilización masiva en la Escombrera para conmemorar la Operación Orión y empezaron a exigir el cierre del sector llamado el Salado. Asimismo, solicitaron a un juez de los Estados Unidos que reconociera sus derechos y que se juzgara al ex comandante del Bloque Cacique Nutibara de las AUC, Diego Fernando Murillo Bejarano, alias Don Berna, por sus crímenes en la Comuna y no solo por narcotráfico. Aunque no lo obtuvieron, se logró que éste último reconociera la connivencia entre la Fuerza Pública y los paramilitares en los operativos de 2002 y 2003, señalando la responsabilidad del ex general Mario Montoya Uribe.

 

En 2009, un desmovilizado del Bloque Cacique Nutibara, Juan Carlos Villada alias 'Móvil 8’ confirmó en su versión libre ante la jurisdicción de alternatividad penal Justicia y Paz, que la Escombrera era un lugar de operaciones de los grupos paramilitares, donde asesinaban y enterraban a las personas retenidas.

 

 

 

En 2012, se llevó a cabo la Comisión Internacional de Esclarecimiento, con la presencia de cuatro comisionados internacionales y dos nacionales, con el fin de hacer visibles los crímenes ocurridos, la ausencia de justicia, la militarización y la permanencia de grupos paramilitares en la zona. En este tiempo, la Corporación Jurídica Libertad ha logrado documentar 104 víctimas de desaparición forzada, de las cuales 11 han sido halladas muertas. 

 

En 2013, las Mujeres Caminando por la Verdad inauguraron el Salón Tejiendo Memoria, el cual se encuentra ubicado en el Convento de la Madre Laura en la Comuna 13.

 

El pasado 5 de agosto del 2015, se iniciaron las excavaciones en la Arenera, sector la Escombrera, y con ello el proceso de búsqueda de los desaparecidos que lidera la Fiscalía con el apoyo de la Alcaldía de Medellín, la  Unidad para la Atención y Reparación Integral a las Víctimas, el Ministerio del Interior, Mujeres Caminando por la Verdad y las organizaciones acompañantes: Movimiento Nacional de Víctimas de Crímenes de Estado, la Corporación Jurídica Libertad y la Fundación Obra Social Madre Laura. Asimismo, se ha avanzado en los distintos componentes del proceso: prospección, plan de acompañamiento psicosocial y proyecto de memoria.

 

El plan de acompañamiento psicosocial se viene desarrollando con un equipo independiente de psicólogos. También se presentó una propuesta de proyecto de memoria que se está coordinando con el Museo Casa de la Memoria y el Centro Nacional de Memoria Histórica. Para hacer veeduría y seguimiento al proceso, las víctimas instalaron un campamento permanente en La Escombrera, pero a día de hoy,  ellas desconocen que se hayan encontrado restos en la zona.

 

Además, han insistido en que el proceso debe realizarse a partir de la implementación de un Plan Integral de Búsqueda, como lo establecen la Ley 589 del 2000 y el Decreto 1862 de 2014. Si bien la Escombrera es un caso importante, la búsqueda no puede concentrarse solo en el polígono uno de este lugar. Una prioridad del Plan de Búsqueda debe ser que la Fiscalía avance en las labores investigativas para establecer otros posibles lugares de inhumación de las víctimas puesto que a la fecha solo se cuenta con la información suministrada por Juan Carlos Villada, alias móvil 8. Igualmente, continúan exigiendo que se cierren totalmente las otras Escombreras que permanecen activas.

 

Por otra parte, proponen que el proceso de búsqueda, excavación, exhumación, identificación y entrega de las víctimas cuente con el acompañamiento de organismos internacionales presentes en Colombia, los cuales, dada su experiencia en el tema, podrían hacer recomendaciones sobre los procedimientos que se adelanten, y de los equipos forenses internacionales que realizaron el estudio sobre el caso de la Escombrera en el 2010.

 

Esta propuesta se hace para asegurar la protección de las víctimas y de la comunidad en general, teniendo en cuenta que ´la mayoría de las mujeres viven en la Comuna, muchos de los victimarios no se han desmovilizado y aún siguen vigentes los grupos paramilitares en la zona´, tal como lo expresa Alejandra Balvin, familiar de uno de los desaparecidos.

 

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